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viernes, 5 de julio de 2013

 

PILAR EN LA FICCIÓN ESCRITA

 

 Para Juan y Pilar

 

 

Alguno de esos artículos donde inventan toda la historia de una persona menciona que Pilar es una artista, más específicamente una pintora, aunque todos sabemos que es una escritora. Sí, que sus pinturas son hechas con las palabras que imagina y que se van plasmando solas en el lienzo de sus cuadernos. Así que como es escritora que pinta con palabras el artículo no es ficticio del todo. Pero es necesario que mencione algo: ese artículo decía algo así: "La aparición de una última y alada verdad que permanece oculta en la densidad de la materia y que determina la realidad dándole sentido al mundo de las apariencias, transformando el caos de lo representado en un orden que se alimenta de aquél y mantiene la tensión a través de la cual se manifiesta la vida es para mí, como para muchos más, el fenómeno que provoca la pintura al encontrar su propia imagen a través de esa materia". Hasta ahora nadie sabe de quién es esa cita; unos mencionan que pertenece a Juan García Ponce en uno de sus textos sobre pintura; otros señalan que lo escribió un crítico de arte y que al final, donde está escrito "el fenómeno que provoca la pintura" debía decir "el fenómeno que provoca la escritura", pues insisto, Pilar es escritora. 

Basándose en dicha cita, apócrifa o no, Pilar y Juan decidieron llevar a cabo una sesión fotográfica donde ella estuviera en todo momento junto a diversas obras de arte y la condición era que dejara al descubierto uno de sus senos, o los dos, si la fotografía así lo requería.  Las fotografías, dijeron, debían ser interpretadas por los lectores de los cuentos de Pilar, y la trampa a la que muchos de ellos cayeron era que en lugar de cuentos dijeran "breves pinturas narrativas" y la creyeron pintora. Así hicieron ver, al inicio de la sesión, "la alada verdad que permanece oculta" cuando Pilar posó junto a las enormes alas. Así Juan y ella contaban una historia por medio de imágenes y textos que hasta ahora no me han dejado leer. 

Una de las historias de Juan hace referencia a que Pilar posa junto a un jaguar sobre el que han trazado un grafiti, y que ahora es parte indisoluble del paisaje artístico junto con Pilar. Juan me contó que esa foto le parecía interesante desde que la había pensado por el hecho de que le recordaba aquel cuento de Borges sobre las manchas del tigre que encierran el secreto universo, y que de ese modo "Pili se vuelve el secreto universo que ya se ha manifestado en la foto anterior, en la alada verdad que permanece oculta pero que nosotros quisimos mostrar que se manifiesta a causa de los rayos del sol". Como pueden leer, Juan hace uso de imágenes poéticas y forma nuevos mitos, como el de la fantástica ciudad de Upolia, aunque eso pertenece a otra historia. 

Ya casi concluyendo la sesión fotográfica, Juan y Pili deciden hacer otra toma junto a la escultura de un hombre alado, y que en lo personal me recuerda al "guerrero de piedra" que cuida de Upolia y que Juan detalla perfectamente en su cuento "Upolia revisitada". En esta ocasión Pili debe mostrar solamente uno de sus senos para que posteriormente Juan pueda escribir la historia que se llamará "El hombre alado y la mujer que muestra un seno", una historia de un amor imposible, al estilo "Pigmalion y Galatea", donde el hombre alado se enamoraba de una mujer llamada Pilar, que era su escultora, porque en este caso era la escultura la que amaba en secreto, en silencio, de forma oculta, a su creadora. Un mito que Juan renovab, y que ya en otro momento alguien me contó que leyó en una revista un texto donde Juan teorizaba acerca del amor secreto que tienen las máquinas por sus creadores. 

Para el lector de este artículo anexo las dos versiones de la pintura sobre Pigmalion y Galatea, donde el escultor se enamora de su creación. Es preciso que observemos que tal parece que estamos ante la misma pintura pero vista desde dos ángulos diferentes.  Quizá un lector desprevenido se deje llevar por las ficciones de Juan, pero quien lo ha seguido en sus textos sabe que siempre está ideando nuevas posibilidades narrativas. Fue él quien me sugirió que Pigmalion y Galatea serían un buen ejemplo para explicar el cuento sobre la escultura que amaba a la mujer llamada Pilar. 

Después de mucho caminar y tomar fotografías fue necesario que descansaran y comenzaron a revisar cada una de las tomas. Sin darse cuenta se habían quedado junto a otra escultura que mostraba el amor entre un ser alado, como un ángel, y una mujer mortal. Enseguida recordaron aquel pasaje bíblico que habla del amor que los hijos de Dios sintieron por las hijas de los hombres. Ahí estaba nuevamente renovándose otro mito, pero esta vez bíblico. Como podemos ver, la literatura de Pili y Juan está rodeada de mitos, de trazos pictóricos, de fotografías, y de posmodernidad: desnudando algunas partes de su cuerpo, Pilar y Juan crean, por medio de las fotografías, un discurso que revoluciona la forma de ver el mundo. Una necesidad para nuestros días. 

Termino mencionando que después de platicar acerca de todo esto, Juan mencionó que había escrito un cuento breve acerca de una mujer en un puente, y que ella se había convertido en todos los puentes que el escritor atravesaba: ella estaba a la mitad de todo lo que él hacía, y era la parte que unía la realidad y la ficción en el pensamiento de este escritor. La mujer se desvanecía y regresaba, se manifestaba y volvía a desaparecer, como el lenguaje y la escritura, y en un momento ella se volvió el mundo entero de personajes en todos los cuentos del escritor. "Al final", dice, "ella desaparece entre la multitud, como la Maga en Rayuela, ¿la recuerdas? Pero el escritor la vuelve a encontrar en medio del puente. Es una metáfora de la escritura, pero al mismo tiempo de la mujer dentro de la escritura de cualquiera que se piense escritor". Juan estaba emocionado platicándome cuando vimos que Pili se acercaba hacia nosotros y me saludó, luego me despedí de ambos y los vi alejarse entre la multitud, tal como la Maga y como la mujer del relato de Juan. Iban rumbo a la Catedral de Cuernavaca, el lugar donde Juan ha escrito muchos de sus mejores cuentos, y es que él nunca ha dejado de escribir desde allí, justo desde allí.

 

Tomado del blog de VÍCTOR MARCOS EMMANUEL HERNÁNDEZ: 

 

HISTORIAS FICTICIAS

Un mundo dentro de otro mundo

 

http://cuentosdelaficcion.blogspot.mx/2013/07/pilar-en-la-ficcion-escrita.html

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